Ariel, un interrogatorio

Crítica a Ariel, un interrogatorio

“Obra que nos motiva a hablar”

Ariel, un interrogatorio es una obra contemporánea y descarnada que transcurre en un ambiente áspero, cuya rudeza se percibe en cada diálogo, el mismo, deviene siempre e indiscutidamente en un final abrupto y tortuoso.

El espacio escénico que se vislumbra semivacio, permite relacionarlo con el abismo o en el mejor de la casos con el mismísimo purgatorio.

Ariel, un interrogatorio trata sobre la violencia de género; en la cual, tres personas se involucran de manera directa o indirecta en el asesinato de Ariel. Ellos son; El Principal Luquez, la Fiscal Muñiz y el Principal Astorga.

Cabe aclarar que nunca conoceremos verdaderamente a ninguno de ellos tres; no dicen todo lo que saben o piensan, aunque el peso de la culpa los ponga en riesgo, como la fragilidad de las sillas en las que toman asiento.

La tranquilidad externa (y contenida) de los tres, es sólo aparente; ya que la lentitud y quietud de sus acciones contrasta con su verdadero interior; es que por dentro los tres hierven, se queman, se pudren.

Estamos frente a un hecho aberrante y despiadado. El asesinato de Ariel, en dónde la víctima pasa a ser considerada culpable de tal desenlace.

La víctima que estuvo expuesta a la violencia física y psicológica, pasa a estar en el ojo de la culpabilidad. A esta misma persona es a quien le dedican frases cargadas de prejuicios que la “encasillan” como un ser pasivo, sin capacidad de reacción, que no hizo nada para hacerse respetar, o bien, que es una persona que no sabe decir NO.

La fiscal intenta esclarecer el hecho y que rindan cuentas de como se realizó el procedimiento en donde encontraron a Ariel.

Ariel con su ausencia física está en “boca” de los demás, quienes nos transmiten aquello que sabemos y debemos hacer. Deconstruirnos.

En Ariel, un interrogatorio estamos hablando de los estereotipos sexuales; aquellos que se reflejan en representaciones simbólicas de lo que el hombre y la mujer deberian ser y hacer.

Estos prejuicios sociculturales se mezclan comúnmente con la agresión y descalificación al “distinto”; aquel que NO está en los parámetros de “lo bueno” o “lo malo”; es decir; aquel que está fuera del “molde” y por lo tanto habilita frases y acciones retrogradas y “asesinas” como las que sufrió Ariel en carne propia.

Las muy buenas actuaciones de Ricardo Echezuri, Patricia Edith Galliano y César Ezequiel Lescano hacen que la obra fluya de manera ágil y efectiva en un tema tan real y actual de nuestros días. No debemos olvidar la prolija dirección de Segundo Gelos quien al ser además el autor de la obra le permite volcar en escena sus pensamientos de manera más clara.

Los actores de Ariel, un interrogatorio: Ricardo Echezuri, Segundo Gelos, Patricia Galliano, Cesar Lescano.